El 18 de Enero de 2009 el diario “El Mundo” sorprendía a los loreños en su edición
del domingo cuando en un artículo titulado “El OVNI que el ejército del aire
ocultó" calificaba como el “Santo Grial de la ufología española” el caso
de varios objetos caídos en Lora del Río en el año 65, lo calificaban como el documento
que demostrase que el Ejército del Aire no desclasificó todos los expedientes
sobre el fenómeno OVNI. Lo ocurrido fue bien distinto, pero éste es uno de esos
casos donde la realidad gana a la ficción, un caso que puso a Lora del Río en
la historia de la carrera espacial.
La
noche del 6 de Diciembre de 1965 muchos loreños vieron como una estela
incandescente cruzaba el cielo. A la mañana siguiente algunos de ellos se
acercaron a las inmediaciones de la finca de “Sancha”, donde contemplaron un
cráter de unos 50
centímetros de diámetro y como un extraño objeto había
dejado la zona calcinada. Al lugar se trasladaron artificieros especializados
que procedieron a retirar el objeto para su reconocimiento. Al día siguiente,
técnicos del Ejercito del Aire y afectos a la Región aérea del estrecho se
hicieron cargo del artefacto, la descripción primera del objeto fue la de una
esfera de unos 40
centímetros de diámetro, con apariencia de estar hecha
de acero y hueca en su interior, pesando unos siete kilos.
El
día 9 de diciembre los periódicos ABC de Sevilla y El Correo de Andalucía se
hacen eco de la noticia. El Correo explica como en las inmediaciones de
“Sancha” cayó un objeto no identificado y que podía ser un meteorito o un
artefacto raro y describe como la Guardia Civil del puesto de Lora del Río fue
la primera en intervenir en el asunto. El ABC describe como el objeto al venir
candente levantó una nube de vapor y destaca el consiguiente susto de la
población al no saberse las características ni naturaleza del extraño objeto y
habla de la natural alarma que causó en la población. En días posteriores se
encontraron dos esferas más, una a kilómetro y medio de la primera, y la
tercera a nueve kilómetros en dirección a Constantina. ¿Qué eran estas tres
esferas que cayeron en nuestro pueblo en 1965?
El
14 de Diciembre, ocho días después de que los objetos cayeran en “Sancha” el
Jefe del Estado Mayor de la Región Aérea del Estrecho Ramiro Pascual Sanz
convocó una Rueda de Prensa. De esta Rueda de Prensa se hicieron eco nuevamente
los periódicos ABC y El Correo de Andalucía, esté último destaca la noticia en
Portada. Los estudios que habían realizado sobre las esferas muestran que éstas
pertenecían a un mismo cuerpo y que pudieron ser utilizadas como depósitos de
“elemento propulsante” de un vehículo espacial de nacionalidad desconocida.
Cada esfera tiene 38
centímetros de diámetro y tienen un peso de 14 kilos y 400 gramos , tienen
señales de fricción y deben de haber soportado temperaturas de más de 1200
grados, la velocidad de caída pudo ser de unos 300 kilómetros por
hora. Las esferas fueron remitidas al ejército del aire, concretamente al INTA
(Instituto Nacional de Técnica Aeronáutica) para su investigación.
El INTA encontró que las esferas
estaban hechas de una aleación de titanio y que en su interior se podían leer
algunas letras en alfabeto cirílico. Se estableció que eran restos de algún satélite
soviético y se inició un rastreo de nuevos objetos. En total se recuperaron
otros 9 pequeños cuerpos, algunos de ellos metálicos, otros estaban
carbonizados. Pero estando en plena Guerra Fría los servicios de inteligencia
de EEUU estaban llevando a cabo un rastreo masivo por todo el planeta para
recuperar restos de esta naturaleza para analizarlos o prevenir que los
soviéticos recuperasen los propios. Es así como el gobierno de los Estados
Unidos pidió que los restos fueran enviados al BMI (Battelle Memorial Institute)
para su análisis.
El 24 de diciembre el periódico ABC
adelanta una noticia procedente de Berlín Occidental un especialista espacial
Harro Zimmer, director de la estación de observación de satélites del
Observatorio Wilhelm-Foerster señalaba que las esferas caídas en Lora del Río
podrían ser los restos del vehículo espacial soviético Lunik 8, lanzado el 3 de
diciembre, podrían ser tanques de presión de dicho cohete. El Lunik 8 (NSSDC
ID: 1965-077A), fue lanzado el 3 de diciembre de 1965 a las 10:48:00 UTC,
desde el cosmódromo de Baikonur. La sonda tenía un peso de 1.552 kilogramos .
Todo el conjunto pesaba 40 toneladas. El cohete impulsor un SS-6 modificado
(Sapwood), constaba de dos etapas. Durante el viaje la misión logró completar
el desarrollo experimental del sistema de orientación estelar así como el
control desde Tierra de los equipos de radio, la trayectoria de vuelo y otros
instrumentos. Su misión era aterrizar en la Luna, pero como los retrocohetes se
tardaron en encender, el aparato se destrozó al caer a la Luna, en el Mar de
las Tormentas (Oceanus Procellarum) al oeste del cráter Kepler concretamente en
el punto 9°8'N, 63°18' O. Parte de estos cohetes fue lo que cayó en Lora del
Río, se trataba de diversas piezas del motor auxiliar de propulsión del Lunik
8.
El 15 de junio de 1967 el BMI emitió
un comunicado de 284 páginas, (Investigation of five metallic bodies
recovered alter space flight(s), #T67 94769 “SECRET No foreign dissem except Spain”) de donde se seguía que gracias a estas
piezas, la Fuerza aérea norteamericana consiguió realizar una comparación
detallada de las técnicas soviéticas de soldadura y ensamblaje, lo que les
sirvió para futuras naves del programa espacial americano.
Durante el proceso de
desclasificación OVNI español (1992-1997), los militares encargados encontraron
el informe y toda la documentación oficial generada en su día. Pero los
documentos no se desclasificaron porque no estaban relacionados oficialmente
con los OVNIs, de aquí el titular del diario “El Mundo”.
En realidad una parte de la historia
de la carrera espacial yace todavía hoy en la Luna y por un momento llegó hasta
las afueras de Lora, donde sí quedará, es en el recuerdo de los loreños que lo
vivieron y que todavía hoy lo cuentan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Te escucho